A los 13 años, mi padre me botó de la casa a consecuencia del homosexualismo. Él trató de cambiarme a golpes, pero un hijo no cambia a golpes. Yo nunca pedí serlo -uno no elige esas cosas-. Lo que pasa es que cuando era niño mis familiares abusaban de mí. A los 8 años fui violado en la escuela, por un profesor, pero nunca lo comenté en mi casa, por miedo, porque mi padre era un hombre violento. Y terminé haciéndolo a mi gusto. La homosexualidad vino a mi vida porque mis padres vivían en la idolatría", cuenta Fernando Ñaupari.
No hay comentarios:
Publicar un comentario